martes, 22 de octubre de 2013

Little Wendy.

¿Nos recuerdas?

Inocentes, tanto o más que ahora, escribiendo promesas como si fueran contratos, contratos incumplidos que ahora inundan mi cuarto. Promesas rotas por orgullo, el mismo que arrebató tu calor de mis sabanas y el olor a café recién hecho los sábados por la mañana.

¡Y lo prometo! Prometo que intento olvidarte, pero me persigues y traes contigo todos nuestros recuerdos. Recuerdos que forman nudos atragantándose en la garganta. Garganta que me dejé gritándote que te quería. Quería, en pasado, porque ahora no sé lo que siento. Siento, porque, sí, siento que no funcionase el quererte.

Y así me es imposible olvidarte cuando aun formas parte de mi vida. Tú y tus putos recuerdos, esos que me recorren la piel como un escalofrío por la falta de tus caricias.

Ya sabes que sólo soy un intento de artista fallido y que siempre fuiste mi musa favorita, por eso tu abandono ha supuesto una mancha de tinta en cada lienzo que te pinto y una herida abierta que no consigo cerrar.

Y no te guardo rencor, supongo que mi amor efervescente no era compatible con tu vida entre trajes y corbatas, con tus miradas impasibles y tu férrea madurez. Puede que fuese eso, que no éramos compatibles.



Siempre fui un Peter Pan de pitillos 
con ansias de aventura, y reconozco que 
mi error fue pensar que nunca me 
abandonaría la Wendy de la que me enamoré.

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Esta entrada sólo es una versión de una ya publicada en el blog 21deFebrero.
Aquí os dejo el link hacia esa entrada.
Todos los derechos de autor corresponden a Alibi.

2 comentarios:

  1. He echo caso a tu twit, cualquier tipo de blog llama mi atención. Me siento obligada a decirte que me he enamorado de esta entrada, sea tuya o no. Pues eso, me gusta, me encanta.
    Saludos!

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    1. Jo, pues muchas gracias y como esta puesto arriba no es mía, sólo es una versión de una entrada preciosa.
      Muchas gracias, enserio.
      Saludos. :3

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